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Cómo se integra el sonido en una experiencia inmersiva

Escrito por Rolando Vera | lunes 30, sep-2019

 

Cuando pensamos en realidad virtual, usualmente viene a nuestra mente la imagen de un usuario con su visor VR y sus controles de movimiento, pero hay más sentidos que la vista involucrados para crear una experiencia inmersiva. El sonido y su distribución y ejecución en una simulación virtual pueden llevar al usuario a experimentar situaciones de mayor realismo. Conozcamos aquí algunas de las formas en las que el sonido aumenta la experiencia del usuario a través de sus oídos.

El sonido y el espacio que nos rodea

La parte visual de las simulaciones VR es fácil de comprender y procesar. Hacia donde voltee, el visor reproducirá el mundo tridimensional tomando en cuenta la posición de mi cabeza y mis ojos. Del mismo modo, los controles de movimiento se dibujarán en relación a mis manos. Pero la forma en la que procesamos los sonidos no es tan evidente. Las pequeñas diferencias en el volumen y posición, generan una referencia de una posición en el espacio con respecto a las fuentes de sonido. Esto es debido a que existen pequeñas diferencias entre lo que cada oído escucha, que son interpretadas por nuestras neuronas y les asignan una posición con respecto a nosotros. Así, somos capaces de identificar el origen de un sonido aún cuando no hagamos contacto visual con lo que lo produce.

Por ejemplo, el qué tan cerca estamos de una fuente de sonido se puede controlar con la intensidad. A mayor sonido, mayor cercanía. Ahora, al usar audífonos estéreo, podemos controlar de qué lado proviene del mismo modo. Así, podemos ubicar en izquierda o derecha dependiendo del volumen de cada bocina.

En el desarrollo de aplicaciones virtuales, compañías como Oculus entienden la importancia de esta “posición sonora”. Dentro del kit de desarrollo de Oculus, existen una serie de herramientas que permiten crear ambientes sonoros realistas para VR. Por ejemplo, se pueden programar sonidos que se creen a una distancia específica de donde se registre el visor 3D en la simulación (una alarma colocada detrás de nosotros, ruido de un estadio o calle a nuestro alrededor, etc). A otros sonidos se les puede “dar volumen”, y sólo los escucharemos cuando nos encontremos en esa área auditiva. Finalmente, se puede simular cómo el sonido rebotara en un ambiente (como dar pasos dentro de una cueva o el eco en un corredor metálico) e integrarlo a los escenarios VR. Todo esto ayuda a los usuarios a incrementar la inmersión y obtener una simulación con mayor realismo.

En Inmersys, tenemos la experiencia necesaria para maximizar el efecto de todas las herramientas digitales disponibles para crear las experiencias virtuales más inmersivas. Acércate a nuestros expertos y descubre cómo aplicarlas a tu próximo gran proyecto.