En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología está desempeñando un papel fundamental en el cuidado de la salud mental. Un estudio reciente realizado por el equipo de la Dra. Kim Bullock en la Universidad de Stanford ha arrojado luz sobre el potencial de la Realidad Virtual (VR) como una herramienta efectiva en el tratamiento de la depresión.
La investigación, que se centró en 26 personas con trastorno depresivo mayor, dividió a los participantes en dos grupos. Mientras un grupo recibió tratamiento conductual convencional, el otro grupo utilizó auriculares de VR para participar en diversas actividades virtuales. Durante cuatro semanas, los participantes se reunieron semanalmente con un psicólogo clínico.
Los resultados revelaron que ambos grupos experimentaron reducciones similares en los síntomas de depresión. Este hallazgo sugiere que la VR podría representar un método viable para tratar la depresión, especialmente para aquellos pacientes que enfrentan dificultades con las terapias convencionales.
La Dra. Bullock enfatizó que la VR puede eliminar barreras para el cuidado de la salud mental, al permitir que los pacientes reciban tratamiento en la comodidad de sus hogares. Esta tecnología ha demostrado ser efectiva en diversos campos, desde superar miedos y fobias hasta aliviar el dolor y aprender habilidades sociales.
Margot Paul, profesora asistente clínica, desempeñó un papel fundamental en la realización del estudio piloto y el posterior ensayo controlado aleatorio. Actualmente, el equipo planea realizar estudios a gran escala y a largo plazo para determinar los mejores métodos para ofrecer activación conductual virtual y qué poblaciones de pacientes podrían beneficiarse más de este tipo de tratamiento
Los comentarios de los participantes sobre el uso de la VR fueron abrumadoramente positivos. Muchos reportaron sentirse motivados por las actividades virtuales, lo que los llevó a ser más activos y a querer realizar más actividades fuera del hogar. Basándose en estos comentarios, el equipo desarrolló una aplicación de activación conductual VR complementaria para ayudar a configurar los dispositivos y recordarles a los usuarios que participen en las actividades.
Este estudio se suma a la creciente evidencia que respalda el uso de la VR en el cuidado de la salud mental. Un estudio francés dirigido por el Dr. Laurent Tatu examinó los efectos de videos de VR en 360 grados en adultos mayores con y sin deterioro cognitivo. Los resultados fueron igualmente alentadores, demostrando que la VR puede mejorar el bienestar al reducir la ansiedad, la apatía, la soledad y la depresión, así como mejorar la inclusión social y la calidad de vida.
Los efectos positivos se observaron después de solo unas pocas sesiones de VR. Los participantes encontraron las experiencias de VR agradables y realistas, lo que resultó en una disminución de las emociones negativas y un aumento de las emociones positivas. Entornos naturales como bosques y playas resultaron especialmente reconfortantes.
Aunque algunos participantes reportaron efectos secundarios leves como mareos y cinetosis, estos fueron raros y no disminuyeron significativamente los beneficios percibidos de la terapia de VR.
En los Estados Unidos, AgeWell New York, una aseguradora especializada, ha comenzado a ofrecer sesiones de terapia de VR como parte de su plan de atención para residentes de hogares de ancianos. Estas sesiones se proporcionan en asociación con MyndVR, una empresa especializada en experiencias de VR para adultos mayores, que se enfoca en viajes virtuales, recreación y experiencias culturales diseñadas específicamente para esta población.
La Realidad Virtual está mostrando un potencial significativo en el cuidado de la salud mental, y estos estudios respaldan su eficacia tanto en adultos como en adultos mayores. A medida que la tecnología continúa evolucionando, es probable que veamos un mayor uso de la VR en entornos terapéuticos y de bienestar en el futuro.