La inteligencia artificial (IA) crece de formas increíbles, y México no se queda atrás. Con la digitalización en auge y la tecnología avanzando a pasos agigantados, la IA se ha convertido en un motor clave para el crecimiento económico y social del país.
México comenzó a explorar la inteligencia artificial en la década de 1980, cuando universidades como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) iniciaron investigaciones en áreas como el procesamiento del lenguaje natural y la automatización. Durante los años 90, el desarrollo de software y los primeros sistemas expertos marcaron un avance significativo.
Con la llegada del siglo XXI, las empresas comenzaron a adoptar la IA en sus procesos, especialmente en el sector financiero y en la industria manufacturera. En la última década, la proliferación de startups y la inversión en innovación han acelerado el crecimiento de la IA en México. Ejemplos como los asistentes virtuales impulsados por IA y los sistemas de reconocimiento facial en bancos han transformado la forma en que operan diversas industrias.
La IA ha permitido grandes avances en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Cancerología de México utiliza modelos de IA para detectar cáncer de mama en sus primeras etapas mediante el análisis de mamografías. Además, aplicaciones como AI Doctor ayudan a los médicos a predecir complicaciones en pacientes con enfermedades crónicas.
En el ámbito educativo, la IA se está utilizando para personalizar la enseñanza y mejorar el aprendizaje. Plataformas como SMARTick emplean algoritmos de IA para adaptar los ejercicios de matemáticas al ritmo de cada estudiante. Universidades como el Tecnológico de Monterrey han implementado asistentes virtuales basados en IA para responder dudas académicas y mejorar la interacción con los alumnos.
El sector financiero ha adoptado la IA para mejorar la seguridad y optimizar servicios. Bancos como BBVA México y Banorte utilizan inteligencia artificial para detectar fraudes analizando patrones inusuales en las transacciones. También, los chatbots financieros como el de Kueski permiten a los usuarios solicitar créditos sin necesidad de interacción humana.
En el sector manufacturero, la IA ha revolucionado la producción mediante la automatización y el mantenimiento predictivo. Por ejemplo, la empresa de autopartes Nemak ha implementado sistemas de IA para optimizar la eficiencia en la producción y reducir el desperdicio de materiales. Los robots colaborativos en fábricas mexicanas han mejorado la precisión en ensamblaje de productos.
La IA también ha mejorado la logística y el transporte en México. Empresas como Uber y DiDi emplean algoritmos de inteligencia artificial para optimizar rutas y mejorar la experiencia del usuario. Además, en ciudades como CDMX, la IA se ha implementado en sistemas de semáforos inteligentes para reducir la congestión vehicular.
Instituciones como el ITESM, la UNAM y el IPN están liderando proyectos de investigación en IA aplicada. Por ejemplo, la UNAM ha desarrollado algoritmos de aprendizaje automático para mejorar el procesamiento del lenguaje natural en español.
El IPN trabaja en el diseño de sistemas de visión artificial para su uso en la industria de la manufactura y la robótica. Por su parte, el ITESM ha creado proyectos de IA aplicada a la salud, como modelos predictivos para el diagnóstico temprano de enfermedades crónicas. Estas iniciativas no solo impulsan la innovación tecnológica, sino que también preparan a las nuevas generaciones de profesionales en inteligencia artificial.
El gobierno ha lanzado iniciativas como la Estrategia Nacional de IA para fomentar el desarrollo de esta tecnología en el país. Esta estrategia busca impulsar la investigación, el desarrollo y la adopción de IA en diversos sectores. Además, organismos como el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) han financiado proyectos que promueven la innovación en inteligencia artificial.
También se han implementado programas de capacitación en IA para trabajadores y estudiantes, con el fin de reducir la brecha digital. A nivel estatal, algunas regiones han desarrollado clústeres tecnológicos para atraer inversiones en IA, destacando el caso de Jalisco, que ha sido apodado el 'Silicon Valley mexicano'.
A pesar de estos avances, aún existen desafíos como la necesidad de una regulación más clara y la falta de incentivos para startups de IA. Sin embargo, la colaboración entre el sector público y privado sigue siendo clave para el crecimiento de esta tecnología en México.
El mercado laboral en México ha cambiado de manera significativa. Si bien la automatización ha reducido la demanda de ciertos empleos operativos, también ha generado nuevas oportunidades en sectores emergentes como la ciencia de datos, la ciberseguridad y el desarrollo de software basado en IA.
Por ejemplo, empresas de comercio electrónico han implementado sistemas de recomendación impulsados por IA, lo que ha aumentado la necesidad de expertos en análisis de datos y machine learning. Además, el sector manufacturero ha adoptado robots inteligentes que requieren técnicos especializados para su mantenimiento y programación.
Un caso destacado es el de BBVA México, que ha integrado chatbots y asistentes virtuales basados en IA para mejorar la atención al cliente. Esto no solo ha optimizado el servicio, sino que ha impulsado la demanda de especialistas en inteligencia artificial y experiencia de usuario.
A pesar de estos avances, el país enfrenta el desafío de capacitar a su fuerza laboral en habilidades digitales para evitar una brecha de empleabilidad. Iniciativas gubernamentales y privadas, como los programas de certificación en IA ofrecidos por el Tecnológico de Monterrey, buscan preparar a los trabajadores para este nuevo panorama laboral.