La conferencia de desarrolladores de Facebook para tecnologías inmersivas (F8), no solamente tocó el tema de compras de estudios para realidad virtual, sino que también abrió la posibilidad de utilizar filtros de realidad aumentada qué modifiquen a todos los usuarios dentro de una llamada. Aunque de primera vista parezca que las intenciones de Facebook son nobles, existen algunas contrariedades que los expertos opinan las convierten en una mala idea. Exploremos el día de hoy qué pasa con los filtros de realidad aumentada en llamadas.
De acuerdo con los datos de la compañía alrededor de 600 millones de personas utilizan filtros de realidad aumentada para su rostro cada mes. La gran mayoría de estos usuarios los utilizan en su red social Instagram. Aunque hoy en día es de lo más natural que la gente utilice los filtros faciales para crear stories o tomarse selfies, la compañía ha anunciado la posibilidad de crear filtros que se apliquen a todos los usuarios que están dentro de una videollamada.
El éxito de este tipo de filtros ha sido avasallador. Tanto es así que la compañía se vio en la necesidad de prohibir los filtros que asemejan cirugía estética en los usuarios. Pero ¿por qué la prohibición? Algunos expertos afirman que el abuso en el uso de filtros faciales puede llevar a las personas a sufrir efectos psicológicos adversos. Esto se debe a que pueden sufrir dismorfia: una afectación que les impediría aceptar su imagen habitual debido al constante estímulo de una imagen falsa digital.
Cómo los filtros funcionan hoy en día es que permiten que cada usuario dentro de la llamada utilice el que más le convenga. Pero los nuevos desarrollos mencionados harían que todos los usuarios de dicha llamada utilizarán el mismo filtro al mismo tiempo. Esto no necesariamente significa que todos eran sometidos a un cambio estético lo quieran o no. Sin embargo abre la puerta para situaciones incómodas donde algún usuario no esté de acuerdo con el uso del filtro y no pueda optar por no usarlo. Facebook ha mencionado diferentes ejemplos de cómo puede ser benéfico. Uno de ellos es un ejemplo donde una pelota virtual puede aparecer en la casilla de llamada de un usuario y ser empujada a la de otro como una especie de juego virtual. Otro divertido ejemplo se trata de comer una rosquilla virtual a través de una línea dibujada en nuestras cámaras.
A pesar de las buenas intenciones de los desarrolladores no se debe quitar el control de la apariencia de uno mismo sin el consentimiento del usuario. Una forma de arreglar la controversia sería que el filtro, al activarse, preguntara a cada quien si gusta entrar en él o no.
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