La realidad virtual es un medio contradictorio en esencia: una experiencia ficticia que trata de emular la realidad.
No importa si estamos viendo un documental fotorrealista sobre etnias de nuestro mundo (como NOMADS, que mencionamos en “Gear VR: Las mejores experiencias disponibles”)...
Al final, nada de lo que vemos frente a nosotros en ese momento es real. Pero cuando es adecuadamente creado, el contenido de realidad virtual se siente como si estuvieras ahí.
¿Qué pasa cuando llevamos una experiencia surreal a este medio? Dinner Party es un claro ejemplo de estos experimentos conceptuales.
Dinner Party es una producción filmada 100% para ser disfrutada desde un visor de realidad virtual. Cuenta la historia de Barney y Betty Hill, una pareja interracial de los EEUU que luchaba por igualdad de derechos en los años 60.
Una noche, después de un evento de activismo social, encontraron extrañas luces en la carretera. Después recuerdan haber salido del camino para encontrar una extraña esfera de energía.
Tiempo después, y bajo hipnosis, la pareja reveló los escalofriantes detalles de su abducción.
Popularmente conocido como “El Incidente Zeta Reticuli”, ha sido objeto de investigaciones federales, teorías de conspiración y especiales televisivos por décadas.
Las escritoras Laura Wrexler y Charlotte Stoudt encontraron la historia durante una investigación para otro proyecto y quedaron fascinadas con sus paralelismos con la tensión racial que se vive actualmente en ciertos lugares de Estados Unidos.
Ellas creen que los sucesos son perfectos para ser contados en realidad virtual, ya que este tipo de experiencias aumentan la empatía de los espectadores.
La historia se cuenta en 2 partes: primero estamos en casa de los Hills.
Mientras tienen una cena con amigos, la señora Hill decide por primera vez reproducir las grabaciones de su sesión de hipnosis.
Una vez comenzada la grabación, los espectadores son transportados dentro del auto de los Hills esa fatídica noche. A partir de ahí comienza la reproducción de los supernaturales eventos que fueron parte de su abducción.
Gracias al apoyo del Technicolor Experience Center, Dinner Party pudo pasar del guion a la realidad. El nivel de producción sorprendió a sus creadoras, por la cantidad tan grande de gente involucrada.
La estrella del show, sin embargo, es la cámara.
Este aparato capaz de grabar en 360° (una Z Cam V1 Pro) se movía dentro del set a través de una grúa que permitía su libre movimiento en tomas continuas.
Su director, Ángel Manuel Soto, nos revela las intenciones de esta “cámara flotante”: dar la ilusión de omnipresencia al espectador.
Es como si estuviéramos estudiando a la pareja y los sucesos de una forma etérea, casi voyerista. Esto rompe con paradigmas de la filmación en 360, donde simplemente la cámara se coloca en un lugar y vivimos la experiencia desde ahí.
Dinner Party se estrenó el 14 de noviembre en Los Ángeles, California, durante el The Engadget Experience.
Esto es solo una pequeña muestra del poder de la realidad virtual inmersiva ahora imagínate lo que puede hacer por tu empresa o tu negocio.
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